A veces vamos al frigorífico y a la despensa y brilla por la ausencia de ingredientes para cocinar un gran plato o el plato que nos gustaría, es domingo y hasta las tiendas de alimentación de barrio están cerradas. Hoy vamos a cocinar un "risotto del pobre", un risotto hecho con a penas 4 o 5 elementos que normalmente siempre tenemos en casa. ¿Te apuntas? ¡Pues al lío!
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I N G R E D I E N T E S
100 gramos de arroz redondo
Calorías aproximadas: 521 calorías
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E L A B O R A C I Ó N
Para hacer nuestro risotto del pobre necesitamos elementos muy básicos que normalmente siempre tendremos en nuestra despensa como latas de atún o de pimientos rojos, cebolla, arroz y salsa de tomate. Quizá no tengamos un buen caldo preparado pero, ¿quien no tiene avecrem en casa? Mantequilla y queso rallado suele haber en todos los frigoríficos sobretodo en el de los solteros y estudiantes. Como veis, es más que probable que tengáis el 90% de los ingredientes de nuestro risotto de hoy.
Lo primero que vamos a hacer es limpiar, pelar y picar la cebolla, el ajo y los morrones de lata. Calentamos un chorrito de aceite de oliva en una sartén y cuando esté caliente sofreímos nuestra cebolla y nuestro ajo salpimentados, reservando por el momento el pimiento morrón. Cuando la cebolla haya pochado, incorporamos el pimiento morrón, la lata de atún completamente desmigada y las dos cucharadas de salsa de tomate.
Rehogamos un par de minutos y añadimos el arroz y el vino blanco que también sofreiremos hasta que se impregne de todos los sabores y el alcohol del vino haya evaporado. Mientras hacemos esto debemos tener una ollita en otro de los fuegos con el caldo hirviendo. Cuando el arroz este sofrito empezamos a añadir un par de cazos de caldo y empezamos a remover nuestro arroz con una cuchara de madera. No dejaremos de moverlo y cuando el arroz absorba todo el caldo, echaremos más y seguiremos removiendo. Cuando el arroz esté casi hecho, al dente, apagamos el fuego e incorporamos una cucharadita de mantequilla y queso rallado. Removemos bien para que se derritan la mantequilla y el queso, y se integren bien en nuestro arroz.
Y ya lo tenemos perfecto, solo queda emplatar y disfrutarlo. No es un risotto de boletus y trufa jajaja, pero es un risotto sencillo, barato y una buena opción cuando no tenemos mucho con lo que cocinar en casa.
¡Hasta la próxima receta!
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